Durante la práctica de Tai Chi, la respiración diafragmática profunda está integrado en los movimientos del cuerpo para lograr un equilibrio armónico entre el cuerpo y la mente y para facilitar el flujo de energía interna (Qi). Los participantes pueden optar por realizar una tabla completa de Tai Chi o movimientos seleccionados de acuerdo a sus necesidades. Varias investigaciones corroboran que el Tai Chi tiene beneficios significativos para la promoción de la salud, y la práctica regular mejora la capacidad aeróbica, la fuerza muscular, el equilibrio, la calidad relacionada con la salud de la vida y el bienestar psicológico.
Estudios recientes también demuestran que Tai Chi es seguro y eficaz para los pacientes
con enfermedades neurológicas (por ejemplo, accidente cerebro vascular, enfermedad de Parkinson, lesión cerebral traumática, esclerosis múltiple, disfunción cognitiva), enfermedad reumatológica (por ejemplo, artritis reumatoide, espondilitis anquilosante, y la fibromialgia), enfermedades ortopédicas (por ejemplo, la osteoartritis, osteoporosis, dolor de espalda baja, y el trastorno musculoesquelético), enfermedades cardiovasculares (por ejemplo, infarto agudo de miocardio, cirugía de revascularización coronaria e insuficiencia cardiaca), enfermedades pulmonares obstructivas crónicas, y los cánceres de mama.
El Tai Chi es un ejercicio aeróbico de intensidad leve a moderada y es apropiado para la aplicación en toda la comunidad.
Este artículo revisa la literatura existente sobre el Tai Chi y presenta su efecto de promoción de la salud y las posibles aplicaciones clínicas.